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La interculturalidad debe ser apreciada como un enigma puesto que puede hacer referencia, al mismo tiempo, a lo que se revela y a lo que se vela en la configuración de las sociedades, nacional e internacional, en un mundo globalizado. Así, en el contexto del siglo XXI, la diversidad, el pluralismo y el diálogo cultural deberían ser los ejes fundamentales que permitieran a los movimientos sociales participar en la construcción de un Estado y una nación interculturales.
En esta monografía, de forma rigurosa y con carácter multidisciplinar, se valora la incidencia que están teniendo estos movimientos sociales en Colombia, partiendo de la percepción de la interculturalidad en un mundo globalizado y el desafío que ésta supone para los derechos humanos. Un proceso que se proyecta en los escenarios y las principales formas de resistencia en el sur-occidente colombiano, desde el punto de vista de las cosmovisiones de los pueblos indígenas, centradas en el Buen vivir y la agroecología, y desde las realidades de las comunidades afrodescendientes y sus Planes de Etnodesarrollo, en aras de posibilitar la construcción de una democracia intercultural en Colombia que sirva de modelo al resto del mundo.
David Bondia Garcia (Coord.)
Manuel Ramiro Muñoz (Coord.)