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La crisis alimentaria mundial más reciente ha puesto de manifiesto la incapacidad del derecho a la alimentación para atender y prevenir este tipo de situaciones. Ahora es el momento hacer más fuerte y eficaz este derecho, pasando de directrices de cumplimiento voluntario a leyes vinculantes. Como todos sabemos, no hace mucho tiempo, la FAO patrocinó la creación de directrices para el cumplimiento del derecho a la alimentación. Su publicación fue ampliamente celebrada, y se consideró que era el texto más detallado y completo que hubiera existido para hacer que este derecho sea una realidad para millones de personas que padecen hambre. No hay duda de que estas directrices proporcionan un marco exhaustivo para la acción y ofrecen una cobertura detallada de los temas importantes. Sin embargo, las nuevas realidades que han surgido en los últimos años, tal vez con demasiada rapidez y de forma inesperada, han puesto de manifiesto la necesidad de una regulación más completa del derecho a la alimentación que la proporcionada por las directrices. Idealmente, por tanto, su texto debería ser modificado y actualizado.
El propósito de este libro es indicar algunas áreas y temas que tendrán un gran impacto en los próximos años en relación con la aplicación del derecho a la seguridad alimentaria y a los alimentos y que actualmente disponen de escasa o nula regulación. Estos son los nuevos retos a los que va a enfrentarse el derecho a la alimentación en el siglo XXI...
Miguel Ángel Martín López
Jefe de Cooperación Internacional de la Diputación de Córdoba
José Luis Vivero Pol
Coordinador Regional para América Central de Acción contra el Hambre
Ricardo Isea Silva
Andrew Mac Millan
Raquel Villodres Toledo